De su extensa carrera cinematográfica posiblemente la actuación que más me gusta es en El hombre bicentenario. Pero quizás la escena más conocida, sobre todo para los que nos dedicamos a la enseñanza, es cuando la dignidad se alzó inmaculada, reluciente y orgullosa, sobre los pupitres del aula.
El verso de Whitman está dedicado al capitán (el asesinado presidente Lincoln) que había perdido la nave (los Estados Unidos), pero la genialidad de los autores hace que la escena final del Club de los poetas muertos forme ya parte de la historia del cine.
Gracias y ¡ HASTA SIEMPRE, CAPITÁN!