El autor comenta lo que va abajo, la entradilla en cursiva. El general V. Rojo sabía que la guerra estaba perdida y que los políticos republicanos eran un desastre, pero es cierto que un buen capitán no abandona nunca a su tropa.
En febrero de 1939, después de haber pasado a Francia, Rojo, el general que humilló a Franco, según uno de sus turiferarios, en un acto de cobardía se negó a volver a España, mientras sus soldados seguían luchando.